El Cuervo Ladrón

Siembra buenas cosas y cosecha mejores cosas aún. Siempre será mejor sembrar Amigos y evitar Enemigos en la medida que podamos, éste breve relato refleja el motivo.


Cuentos Cortos – El Cuervo Ladrón

Había un Cuervo que vivía en un campo desalojado en cuyo alrededor existían viviendas de campesinos y algunas granjas y chacras.

El Cuervo vivía con su madre en un árbol muy alto, era inspector pero tenía malos hábitos y siempre salía en busca de comida durante las mañanas.

Siempre había disponible restos de comida alrededor de su hogar, sin embargo, el cuervo era ambicioso y le gustaba ir en busca de comida ajena en las granjas y chacras de los campesinos, además de darles visitas improvisadas a los animales vecinos para robarles sus alimentos.

La madre del Cuervo siempre le cuestionaba por qué le robaba a los demás si tenían suficiente alimento, pero el cuervo siempre iba por más e incluso decía sentirse reconfortado cada vez que le quitaba alimentos al resto de animales cercanos.

En la época de invierno, algunos animales se enfermaban y pedían ayuda a otros animales para que les den alimentos cuando a éstos les faltaban y poder recuperarse mejor, pero el cuervo nunca aceptaba ayudar a nadie a pesar de que su madre no estaba de acuerdo con él.

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Llegó un momento en que diversos animales que vivían cerca a la casa del cuervo mostraban temor hacia él y trataban de evitarlo a toda costa.

Al llegar la época de verano el cuervo se enfermó y su madre intentaba curarlo sin éxito.

Pasaron algunos días y el cuervo seguía enfermo y cada vez más asustado al igual que su madre. Intentó calmarse y le dijo a su madre:

–  Madre, si no puedes curarme pide ayuda y no sufras más.

A lo que su madre respondió:

– ¿Cuál de ellos Hijo Mío, tendrá compasión de ti? ¿Hay alguno al que no le hayas robado o hecho algún daño?


Todos necesitamos de amigos, sin embargo, si durante nuestra vida sembramos muchos enemigos, probablemente no encontremos amigos cuando realmente los necesitemos.

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